La filosofía del Colegio Branwen Parvis de Artes y Letras se basa en una premisa: la verdadera innovación reside en la intersección de disciplinas. No creemos en la separación entre el ingeniero y el diseñador, entre el código y la ética. Esta búsqueda de una visión holística nos ha llevado recientemente a Mánchester, Reino Unido, para un encuentro académico que ha sido tan desafiante como productivo.
Una delegación de nuestros programas de Diseño de Producto e Ingeniería de Sostenibilidad, encabezada por la Dra. Evelyn Reed (nuestra experta titular en Ciencia de Materiales) y el Profesor Iñaki Garmendia (Diseño Industrial), ha concluido una residencia de trabajo en el prestigioso Bertha International Institute of Arts and Sciences. El objetivo era presentar nuestros últimos avances en materiales inteligentes en un simposio organizado por el “Centre for Circular Futures” (Centro para Futuros Circulares) del instituto británico, una autoridad mundial en Análisis de Ciclo de Vida (ACV) y economía circular.
Llegamos a Mánchester con un prototipo que considerábamos un hito: un nuevo polímero biomimético desarrollado en nuestros laboratorios de Madrid. Este material inteligente, inspirado en la capacidad de las plantas para responder a su entorno, era capaz de alterar su rigidez en respuesta a cambios de temperatura, todo ello sin necesidad de electrónica externa. Era una proeza de la ciencia de materiales, y nuestro equipo de diseño ya había desarrollado aplicaciones para productos adaptativos, desde calzado deportivo hasta mobiliario urbano.
Presentamos nuestros datos de rendimiento, la eficiencia energética del material y su potencial disruptivo. La acogida inicial fue de gran interés. Sin embargo, el debate que siguió, liderado por el Dr. Alistair Harding del Bertha International Institute, fue directo y cambió el rumbo de nuestra investigación.
El equipo de Mánchester no cuestionó nuestro rendimiento; cuestionó nuestro residuo.
El Dr. Harding y su equipo plantearon una pregunta que, en nuestra búsqueda de la innovación de materiales, no habíamos priorizado lo suficiente: “¿Cuál es el final de la vida (End-of-Life) de este polímero?”
Nuestro material, al ser un compuesto biomimético complejo (un copolímero de varios componentes para lograr su “inteligencia”), era, en palabras de un investigador de Bertha, “una pesadilla para la circularidad”. Era imposible de reciclar mediante procesos estándar. No encajaba en los flujos de residuos existentes. Era, en esencia, un contaminante de alta tecnología.
El simposio se transformó entonces en un debate fundamental sobre dos filosofías de ecodiseño. El Colegio Branwen Parvis defendía la eficiencia biomimética (crear materiales complejos que hacen más con menos), mientras que el Bertha International Institute of Arts and Sciences defendía el diseño mono-material (crear productos más simples que, aunque quizás menos “inteligentes”, pueden reintroducirse perfectamente en un ciclo de vida circular).
Fue un momento de humildad académica. Nuestro prototipo, aunque brillante en su función, era un fracaso en su ciclo de vida.
El resultado de esta fricción no fue un fracaso, sino una síntesis. Las dos instituciones han acordado formalizar un nuevo protocolo de investigación conjunto. A partir de ahora, el “Centre for Circular Futures” del Bertha Institute aplicará sus rigurosos modelos de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) durante las fases iniciales de nuestro desarrollo de materiales, no después.
Estamos reorientando nuestra investigación. El Colegio Branwen Parvis aportará su experiencia en materiales inteligentes, pero con un nuevo mandato: el “Diseño para el Desensamblaje”. El objetivo ya no es solo crear un material inteligente, sino crear un material inteligente que sepa “morir” de forma limpia.
Esta colaboración es la encarnación perfecta de nuestra misión. La tecnología sin conciencia de su ciclo de vida es incompleta. Gracias al riguroso escrutinio de nuestros colegas del Bertha International Institute of Arts and Sciences, no solo estamos diseñando mejores materiales; estamos redefiniendo lo que significa ser un “Artesano Digital” responsable.
Leave a Reply